¿Las facturas prescriben?
La prescripción se suele asociar a los delitos, pero muchos empresarios no saben que también es aplicable a las facturas.
Algunos ejemplos de facturas que han prescrito son las que permanecen impagadas o las que se envían con mucho retraso.
Qué significa que una factura prescribe
Tu derecho a exigir el pago a un cliente no es ilimitado.
Pasado un tiempo, ya no se puede saber cómo era la situación en el momento de la compra de un producto o servicio -bien porque el servicio ya hace mucho que se prestó, bien porque el producto se ha desechado-.
A esto se le suma que las autoridades quieren evitar que los deudores reciban reclamaciones que no se esperan.
Por eso, si te has olvidado de enviar una factura, comprueba si el plazo de prescripción se ha pasado. De ser así, el cliente ya no está obligado a pagar.
¿Clientes profesionales o particulares?
Para los plazos de cobro y prescripción, hay que distinguir entre dos supuestos:
- Si se trata de una factura a otra empresa o a un profesional, la obligación de pago se extiende hasta los cinco años. El plazo no es el de la fecha de facturación, sino el del vencimiento (lo normal es que sea entre 14 y 30 días, desde la fecha de facturación).
En algunos casos, también puedes llegar a acuerdo especial con clientes individuales, en cuyo caso pueden aplicarse distintos plazos de prescripción.
- Si se trata de facturas a clientes particulares, los plazos son diferentes: las facturas impagadas a un particular prescriben a los 3 años.
La prescripción de facturas enviadas al extranjero
Al igual que las obligaciones de facturación, la normativa sobre plazos de prescripción también pueden variar de un país a otro. Por lo tanto, es muy recomendable comprobar las diferentes normativas de los países con los que haces negocios. Así, nunca te encontrarás con sorpresas.
¿No se puede hacer nada más?
Afortunadamente, sí. Hay dos formas de evitar que una factura prescriba:
- En primer lugar, «alargar» el plazo. Si envías un recordatorio de pago a un cliente, ya no es aplicable la fecha de vencimiento de la factura, sino la del recordatorio. En este sentido, si envías un recordatorio cada año, la factura no prescribirá y el cliente seguirá estando obligado a pagar.
En este caso, es aconsejable que lo envíes por correo certificado, para poder demostrar que el cliente ha recibido la reclamación de pago dentro del plazo.
- Una segunda forma de hacer frente a una factura impagada es compensar su importe. Si un cliente no te ha pagado y no has alargado, en su momento, el plazo de prescripción, puedes compensarla. Si tienes que pagar al cliente por productos o servicios, intenta liquidar el importe de la deuda pendiente.
Conclusión
Siempre existen muchas excepciones y casos específicos. Lo importante, si eres empresario o autónomo, es que conozcas bien las normativas aplicables a las situaciones que te afectan.
Además, una buena gestión de los deudores y una facturación periódica con un buen programa de contabilidad online pueden evitar muchos problemas de facturas atrasadas.